Hay peinados que nunca pasarán de moda y el flequillo es uno de ellos. Pasan los años, y esta tendencia siempre encuentra su lugar en el cabello de muchas mujeres. Muchas celebridades como Taylor Swift, Katy Perry o Zooey Deschanel son grandes “fans” de este corte tan particular.

A pesar de lo bien que lucen estas personalidades, no cualquier tipo de flequillo va con el rostro de cada mujer: unos harán que luzcas un rostro más redondo o más fino, otros resaltarán tu belleza o destacarán tus defectos. Por eso los expertos del portal SiempreMujer y Harper´s Bazaar hacen estas recomendaciones.

Rostro ovalado


Los rostros ovalados son los más favorecidos pues lucen prácticamente con cualquier look. Todo queda al estilo que buscas. Si quieres algo más serio apuesta por un flequillo ladeado o con raya en medio. Si buscas un aspecto juvenil y desenfadado, elige un flequillo recto.

Rostro cuadrado


Para una cara cuadrada o angular, se recomienda usar flequillos inclinados hacia un lado. Esto hace que se marquen menos los ángulos de la cara y que se afine, volviéndose más delicada. También se puede apostar por la raya en medio y suavizar tu rostro con ondas pero, en general, tienes muchas opciones.

Rostro triangular


Debes utilizar un flequillo que añada volumen en la parte inferior del rostro y lo reste en la frente. Un flequillo largo con la raya en medio conseguirá este efecto. Si es largo, hasta la barbilla y algo escalonado, será el flequillo perfecto.

Rostros alargados


En este caso, se busca el efecto contrario que para la cara redonda: acortar el rostro y hacerlo un poquito más redondo. En este caso se hace lo opuesto al punto anterior, es decir los flequillos rectos a la altura de las cejas. Este aspecto hará que tus ojos parezcan más grandes. Es importante que el flequillo sea largo porque si es demasiado corto, hará lucir el rostro redondo y no corto.

Rostros redondos


Para este tipo de rostros nunca se recomienda usar flequillos rectos, ya que éste hará resaltar la redondez. La mejor opción es usar un corte medio en capas, o bien largo que se pueda usar detrás de las orejas. Otra opción es usarlo medio de costado. De esta forma, el pelo le da un contorno a la cara y la hace más alargada.